“Hay una devoción en nuestros países por mostrar que el narcotráfico es un problema de los pobres, que ahí se matan y se mueren y ahí acaba todo. Y no es así”, explica Sain, quien ha investigado el crimen organizado como académico y también lo ha perseguido como funcionario del Estado.
A los chilenos nos han vuelto adictos a la seguridad. Y como adictos, siempre queremos más.
Nuestros dealers son los políticos. Un día nos ofrecen más policías o más años de cárcel, o penas más duras; también inventan mezclas nuevas: un par de días de cárcel para el que se robe un superocho, prisiones flotantes… Esos anuncios nos dejan tranquilos un rato, pero la adicción hace que pronto necesitemos dosis más fuertes. El adicto nunca ve que lo que busca -la felicidad, la tranquilidad, o en este caso, la seguridad- no lo va a obtener con la merca de mierda que le vende su dealer. Eso explica que en un país con menos delitos violentos que en sus vecinos, muchos ciudadanos sientan que viven en México y, por lo tanto, no parezca raro que tengamos una campaña electoral con candidatos que hablan de matar delincuentes. La muerte se menciona mucho en nuestra elección. No hay dosis más fuerte que esa.
En un libro de entrevistas que publicamos recientemente con Juan Pablo Luna y Alejandra Luneke, titulado Democracias Violentas, una experta mexicana nos hizo notar que en las elecciones de ese país el delito y el crimen organizado no eran parte del debate electoral. No tanto, al menos, como acá. Una explicación es que muchos políticos mexicanos estuvieron vinculados a la expansión del narco y no tienen credibilidad para hablar de eso. Pero también se callan porque si allá haces amenazas al narco terminas con un balazo entre los ojos. En las últimas municipales mataron a más de 60 candidatos en México.
Eso sugiere que si un político se anima a hacerse el machito contra el narco, ese mismo acto de “valor” demuestra que Chile no tiene los niveles de violencia que ellos dicen. No estamos en México, como nos han hecho creer. Si lo estuviéramos, ellos no abrirían la boca. Los políticos no son héroes. Muy pocos lo son.

Hoy nuestro invitado en el podcast de La Dosis es Marcelo Sain, experto argentino en crimen organizado, doctor en ciencias sociales y autor de varios libros, entre ellos el Leviatán Azul, un clásico para entender la compleja relación entre la policía, la política y el crimen.
Y digo NUESTRO INVITADO porque en esta ocasión también hizo preguntas Claudio Fuentes, profesor titular de la escuela de ciencias políticas de la UDP y director del Instituto de Investigaciones Sociales ICSO. Claudio acaba de publicar un libro sobre el delito en la sociedad chilena, titulado Los temores de la calle.
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