Chile no está polarizado, está fragmentado

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Usando los datos de las útimas siete elecciones, los autores construyen un mapa político, social y territorial que muestra un país compuesto de siete grupos de comunas donde conviven sectores diversos que a veces actúan de manera segmentada y en otras, cruzan fronteras. El Chile actual (el que vota) está fragmentado más que polarizado, concluyen.


En los últimos dos años se realizaron en Chile siete elecciones[1]. Entre éstas, un plebiscito para cambiar una Constitución generada en dictadura, dos elecciones presidenciales, una parlamentaria y una inédita de convencionales constituyentes ¿Qué podemos aprender de estas votaciones en términos territoriales? ¿Qué nos muestran los registros de lugares tan diversos como Antofagasta, Puerto Varas, Curicó o Zapallar? Esta columna propone respuestas a esas preguntas a partir de un análisis espacial del comportamiento social y electoral de distintos territorios a lo largo de Chile. Nuestro principal hallazgo es que, contra la idea del país polarizado, la situación del Chile actual es la de una nación fragmentada: cruzada por fronteras más complejas y menos nítidas que las divisiones tradicionales de urbano/rural; zona centro, norte, sur; o Santiago y las regiones. Presentamos un mapa en el que identificamos 7 tipos de territorios según su tendencia política: comunas agrupadas en clústers según participación electoral, por quién votan sus habitantes y sus características socioeconómicas. El análisis permite ver distintos ‘perfiles político-territoriales’. Hacemos evidente una fragmentación para la consideración política de los futuros gobiernos.

En la primera parte de la columna explicaremos el tipo de análisis que realizamos y los principales resultados. Luego, veremos cómo conversan nuestros datos con la discusión sobre polarización en Chile. En la sección de conclusiones plantearemos nuestra diferencia con la idea de que existe una polarización extendida, pues los datos de votación muestran un Chile de matices.

Antes de entrar al detalle de nuestros hallazgos, es importante tener en consideración las limitaciones de nuestro trabajo. Los análisis espaciales buscan hacer inferencias ecológicas, es decir, no permiten inferir resultados individuales sino agregados. En este caso, presentamos “tipos de territorios comunales”, según su comportamiento social y electoral. Son resultados promedio de comunas, pero no de las personas que habitan ahí.

Segundo, tampoco permite inferir las divisiones o diferencias territoriales que existen dentro de una comuna. Por ejemplo, Reñaca y Miraflores forman parte de Viña del Mar. Sin embargo, tienen enormes diferencias sociopolíticas. Lo mismo aplica para las inequidades que existen al interior de grandes comunas como Antofagasta, Colina, Puente Alto o Puerto Montt. Las cifras promedios con las que trabajamos no reflejan las particularidades internas de la comuna.

Tercero, como el mapa que presentamos fue construido a partir de la opinión política de la gente que vota, la tendencia de algunas comunas (y por lo tanto los clusters que proponemos) podrían cambiar al ingresar al electorado que no ha votado nunca. En general esto ocurre en las comunas de los extremos del país, como General Lagos y Putre, donde la votación en la segunda vuelta presidencial, por ejemplo, no alcanzó a más del 25% de participación. Las cifras de baja participación se leen como alta abstención electoral.

LAS COMUNAS DEL CHILE FRAGMENTADO

Para llevar a cabo nuestro análisis agrupamos comunas según variables y valor promedio. Las variables que se usan son las siguientes:

  • Porcentaje para la opción “Apruebo”, plebiscito constitucional 2020
  • Participación electoral, plebiscito constitucional 2020
  • Porcentaje de votación por candidatos a convencionales constituyentes en listas independientes, elección 2021. Se utilizó la votación a estas listas (más que un liderazgo individual sin partido político) ya que representaría un cambio colectivo como alternativa a los partidos políticos.
  • Participación electoral, elección de alcaldes, concejales, gobernadores regionales y convencionales constituyentes 2021.
  • Porcentaje de votos para el candidato presidencial Gabriel Boric, primera vuelta presidencial 2021.
  • Porcentaje de votos para el candidato presidencial Gabriel Boric, segunda vuelta presidencial 2021 [2].
  • Participación electoral, segunda vuelta presidencial 2021.
  • Porcentaje de pobreza por ingresos comunal, Casen 2017.

Las variables las definimos según la importancia de la elección en la contingencia política y que no estuvieran muy correlacionadas entre ellas. Por ejemplo, no consideramos las elecciones presidenciales primarias, porque sus porcentajes coinciden con los resultados de la primera y segunda vuelta presidencial. A su vez, como es un análisis sociopolítico, añadimos la variable pobreza por ingresos de la Casen 2017. Esta ha sido muy utilizada para explicar el sesgo de clase (Corvalán y Cox, 2013; Contreras y Morales, 2015; PNUD, 2017) y acá nos ayuda a complejizar la relación entre ingresos con participación o tendencia política y considerar la desigualdad social existente en el país: ya veremos que no es lo mismo ser votante de derecha en Las Condes que en Lumaco. Así, obtuvimos siete tipos de comunas en el Chile fragmentado (ver mapa 1).


Mapa 1


La tabla 1 nos muestra los valores promedio que conforman cada uno de los siete grupos. Al lado del nombre, está marcado el color que caracteriza al grupo en el mapa (en el recuadro metodológico se explican los pasos realizados para definir estos grupos). En cada elección, se puede observar el valor promedio de las comunas que pertenecen a ese grupo. Si el valor promedio es de 23% en la votación de convencionales independientes para el grupo 7 (“la élite conservadora”), esa cifra corresponde a la media entre las 11 comunas de dicho clúster. Se marca una tendencia cuando la cifra promedio está muy por sobre o debajo del 50%.

Por ende, si bien existen algunas comunas dentro de los grupos que pueden tener mayor o menor votación en cada elección, lo relevante es la cercanía de la comuna a los promedios en todas las variables analizadas. Por ejemplo, aunque Coyhaique tiene una alta votación por Gabriel Boric en segunda vuelta, en otras variables muestra mayor cercanía a las otras comunas de su mismo clúster (grupo 5). Eso construye 7 grupos que son lo más homogeneo posible dentro del clúster, pero heterogéneos entre los distintos tipos de comunas.


Tabla 1

Promedios de las variables por clúster 2020-2021


Cluster 1 – “Impulsoras del cambio”: este clúster (verde oscuro) de 97 comunas es el centro territorial principal de la expresión de cambios, caracterizado por comunas más urbanas del norte y centro, con algunas excepciones en el sur como Valdivia, que está rodeada por comunas con otra tendencia. Se titula “impulsoras del cambio” ya que es el grupo de comunas que tiende a votar mayormente por tendencias políticas progresistas. Respecto a la movilización para ir a votar, si bien vemos una participación algo más baja en las elecciones locales y convencionales de 2021, votaron mucho más en las dos grandes elecciones desde la revuelta social: plebiscito y segunda vuelta presidencial.

Cluster 2 – “Pro-cambio y renovación”: este grupo (verde césped o pera) con 39 comunas también tiene su brújula política direccionada a tendencias más progresistas, conformado por comunas con mayor vocación rural y un mayor porcentaje de pobreza por ingresos, ubicadas en la zona norte y centro, como San Alto del Carmen, Paihuano, Catemu y Navidad. Estas comunas votaron más por candidatos a constituyentes en listas independientes en comparación con otros clústers. De acá provienen fuerzas independientes que ingresaron a la Convención, como las convencionales Cristina Dorador, María Elisa Quinteros o Ivanna Olivares. Sin embargo, tienen una menor participación política que el clúster 1.

Cluster 3 – “Pro-apruebo reaccionario”: este grupo de 48 comunas (verde más pálido o claro) tiene una población más pequeña (urbana o rural), y están ubicadas en la zona centro-sur (Litueche, Pelluhue, San Rosendo, entre otras) y zona austral (como Lago Verde y Tortel). La gran diferencia de este grupo respecto a los demás clústers, es que existió una mayor participación electoral en segunda vuelta presidencial que en el plebiscito constitucional. Por eso se titula “reaccionario”, ya que tuvo una movilización tardía a las urnas. Tienen un amplio apoyo al “Apruebo” (aunque con menor fuerza que otros grupos de color verde), pero se movilizaron mucho más para votar por Boric o Kast.

Ilustración: Leo Camus

Cluster 4 – “Tradicionales sin movilización”: este clúster contiene 29 comunas y se ubica en las zonas extremas y aisladas del país (General Lagos, Sierra Gorda, Aysén, entre otras), y también en gran parte de la isla de Chiloé (salvo Castro y Curaco de Vélez). Tal como el cluster 3, tiene un comportamiento a favor del “apruebo” y con una división entre votantes de Kast o Boric. En la región de Los Lagos, si las comunas de Palena votarón más por Kast, en varias comunas de Chiloé existió un crecimiento importante hacia Gabriel Boric entre primera y segunda vuelta (aunque no por amplio porcentaje). Sin embargo, existen dos principales diferencias que caracterizan a este grupo: (a)  tiene la más baja votación por convencionales en listas independientes; y (b) no se movilizan mayormente para votar en las elecciones más importantes post-18/O (plebiscito y segunda vuelta presidencial).

Cluster 5 – “Pro-apruebo desencantadas”: Este clúster de 77 comunas tiene una diversidad en población urbana y rural en la zona norte (Arica o Alto Hospicio), zona centro y sur (Chillán, Temuco y Osorno). A pesar de tener un importante porcentaje de votos hacia el “Apruebo” en 2020, el 2021 tuvieron una tendencia más marcada hacia la derecha, especialmente durante las elecciones presidenciales. Es el caso, por ejemplo, de la comuna de Pelarco, donde el  Apruebo obtuvo un 76% y en la cual ganó Kast con un 57%. Es decir, es un “voto apruebo” que aportó un importante porcentaje de los votos al candidato Kast en segunda vuelta (menos en algunas comunas como Coyhaique, con un 55% para Boric).

Cluster 6 – “Conservadoras rurales”: el clúster agrupa a 43 comunas caracterizadas por elevadas tasas de pobreza por ingresos (las más altas de todos los clúster), una fuerte identidad rural y ligadas a economías extractivistas de tipo agropecuarias y forestales, como Victoria, Coihueco o Longaví. Se concentran entre la región del Maule y Los Ríos, y políticamente se caracterizan por una fuerte tendencia política hacia la derecha, tanto en el plebiscito como en las elecciones presidenciales (en comunas como como Colchane o Pinto). Además, en algunas de las comunas, se registra un aumento promedio de la participación electoral desde el plebiscito (33,7%) hasta la segunda vuelta presidencial (50,9%), como ocurre en la mencionada comuna de Pinto.

Cluster 7 – “La élite conservadora”: este cluster es el más pequeño, pero uno de los más importantes, pues son justamente las 12 comunas donde la élite chilena vive y veranea. Están aquí comunas como Las Condes, Vitacura y Lo Barnechea, además de Santo Domingo, Zapallar y Puerto Varas. Las tres primeras fueron las denominadas “comunas del rechazo”, y también las comunas donde el candidato José Antonio Kast obtuvo un elevado porcentaje de votos. Mientras tanto, en las mencionadas comunas del litoral central de alto nivel socioeconómico, hay mayor aumento en el Apruebo, y con un triunfo mayoritario para Kast en la segunda vuelta.

NO ES UN CHILE POLARIZADO, SINO FRAGMENTADO

Diversos autores (por ejemplo Lindh, Fábrega y González, 2019),  han planteado que Chile está polarizado en tres niveles: político (distanciameniento gobierno-oposición), socioeconómico (grupos alto y bajo) y generacional (entre los nacidos pre-55 vs post-80). Por otro lado, existen diagnósticos que demuestran una mayor polarización entre las élites, pero no en la ciudadanía (Atria, Contreras, Joignant, Méndez y Rovira, 2021) [3]. De acuerdo a estos análisis, sería una determinada élite que habita ciertas zonas del país (como el grupo 7 o parte del grupo 1) que estaría polarizada.

¿Aplica esto para el resto de Chile? Creemos que no. Estamos en presencia de una fragmentación territorial, más que una polarización extendida y homogénea en Chile. Tal como señaló Juan Pablo Luna (2021) en su columna “El Centro”, es una ciudadanía compleja, contradictoria, segmentada y, sobretodo, fragmentada en sus posiciones políticas.

Nuestro análisis muestra que Chile está fragmentado en grupos que tienen diferencias sociales y políticas, pero las fronteras son pocos claras. Los cluster 1 y 2 son los que están más marcados por los cambios, mientras que los grupos 6 y 7 parecen haber definido su brújula política hacia tendencias conservadoras. El nivel de partipación determina bastante los resultados electorales, por lo que esta fragmentación está también muy determinada por quienes hasta ahora han votado.

En los grupos 1 y 2, se expresaron las manifestaciones políticas del estallido social, ya que son zonas que evidencian más las desigualdades sociales (como el Gran Santiago o Antofagasta), como una de las causas del malestar (PNUD, 2017). Además, nos indica que no solo se movilizan comunas más pobres, sino que se suman zonas donde vive la clase media, agrupadas en clases popular-intermedias (Martuccelli, 2021).

Mientras tanto, los grupos 6 y 7 dan cuenta del posicionamiento y movilización segmentada de la derecha en las últimas elecciones. No es lo mismo la inclinación de la opción “Rechazo” en Colchane que en Vitacura: ambas tienen una opción más conservadora, pero la élite (grupo 7) tiene una mayor movilización política que las comunas con más pobreza (grupo 6). Si bien las comunas de la élite representan cerca del 5.7% de la población del país, son las principales movilizadoras del discurso de la derecha chilena.

En los grupos explicados, principalmente en el clúster 7, es donde se expresan más las posiciones polarizadas del país, dependiendo también de su nivel de participación política. De acuerdo a su tendencia y diferentes porcentaje de participación, los cluster 3, 4 y 5 pueden ser decisivos en cambiar la brújula política cuando ocurran jornadas electorales con resultados estrechos. ¿Qué pasaría si los grupos 3 y 5 siguen aumentando su participación en las próximas elecciones, o los “sin movilización” realmente se movilizan ante un escenario político determinado?

A partir de la reflexión socio-espacial desarrollada, es sumamente clave entender que el país ha dejado atrás la clásica disputa entre RM/regiones o urbano/rural, pues se ha configurado un Chile mucho más fragmentado, lleno de matices y bemoles socio-territoriales. Estas diversas realidades impondrán diferentes desafíos de gobernabilidad para el nuevo gobierno de Gabriel Boric.


RECUADRO METODOLÓGICO

La categorización se realizó con un análisis de clústers de K-medias que permite agrupar las comunas en un cierto número de grupos según el valor promedio de las variables ingresadas al modelo. El software GeoDa automáticamente asigna los grupos, según los promedios por cada clúster. Luego, construimos las variables con los porcentajes de cada preferencia política y participación electoral. En el caso de la Convención, sumamos el porcentaje de votación de cada lista de independientes. En un principio consideramos todas las variables electorales desde 2020, pero eliminamos resultados que se correlacionan fuertemente con otros. A su vez, como es un análisis sociopolítico, añadimos la variable pobreza por ingresos por tres razones: (1) ayuda a controlar el modelo de clústers, (2) permite analizar el “sesgo de clase” debido a la desigualdad social del país, y (3) permite caracterizar mejor a los territorios en su realidad social. Una vez escogidas las ocho variables, se realizan varios análisis de clústers de K-medias en el software GeoDa hasta llegar a un número de grupos coherente y analizable para que no parezca un “mosaico” de muchos clústers imposibles de diferenciar. El programa genera automáticamente una tabla de promedios por cada grupo que es la que se muestra en la columna. Después de tener estos grupos, utilizamos el programa ArcGIS que permite elaborar un mapa nacional para la visualización espacial de los clusters de comunas. Se asignan los colores según la cercanía de los valores entre los grupos y la paleta de colores varía desde tendencias más pro-cambios (color verde) hasta las más conservadoras (color morado). Los sectores más progresistas se consideraron por su mayor votación a la opción “apruebo” y a la candidatura de Gabriel Boric, mientras que los conservadores se califican por menor votación al “apruebo” y mayor votación a José Antonio Kast.


NOTAS Y REFERENCIAS

[1] Son siete jornadas electorales: (1) plebiscito constitucional (octubre 2020); (2) primarias de alcaldes y gobernadores regionales (noviembre 2020); (3) elecciones generales de alcaldes, concejales, gobernadores regionales y convencionales constituyentes (mayo 2021); (4) segunda vuelta de gobernadores regionales (junio 2021); (5) primarias presidenciales (julio 2021); (6) elecciones generales de presidente, diputados, senadores y consejeros regionales (noviembre 2021); y (7) segunda vuelta presidencial (diciembre 2021).

[2] Se debe considerar que la votación contraria a Gabriel Boric es para José Antonio Kast, dado que la segunda vuelta presidencial tiene dos candidatos y solo consideramos los votos válidamente emitidos.

[3] Para mayor información, ver el “Estudio COES de la élite cultural, económica y política en Chile”, aquí.


Referencias

Atria, J., Contreras, D., Joignant, A., Méndez M. L., y Rovira, C. (2021). Elite: sus conflictos internos y su compleja relación con la ciudadanía. CIPER Académico.

Lindh, J., Fábrega, J., y González, J. (2019). La fragilidad de los consensos. Polarización ideológica en el Chile post Pinochet. Revista de Ciencia Política (Santiago), 39(1), 99-127.

Luna, J. P. (2021). El Centro. TerceraDosis.

Martuccelli, D. (2021). El estallido social en clave latinoamericana. La formación de las clases popular-intermediarias. Santiago: LOM Ediciones.

PNUD. (2017). Chile en 20 años: Un recorrido a través de los Informes de Desarrollo Humano. Santiago de Chile: Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.

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