José Andrés Murillo fue parte del grupo de denunciantes de Fernando Karadima, sacerdote favorito de la elite chilena en los 80s y 90s. Los abusos sexuales cometidos por el cura contra menores y jóvenes se mantuvieron en secreto durante décadas gracias a una red de protección compuesta por sacerdotes y obispos leales al abusador que […]